Hace 8 años, el gobierno del estado de Michoacán reprimía estudiantes de la CUL | La policía usó armas de fuego contra universitarios de la USMNH
Hace 8 años, el gobierno del estado de Michoacán reprimía estudiantes de la CUL | La policía usó armas de fuego contra universitarios de la USMNH
El 28 de abril de 2012, el gobierno del estado de Michoacán entendió como solución viable la represión a estudiantes de la UMSNH.
Las personas objetivo del ataque del estado eran miembros de:
Casa del Estudiante 2 de Octubre
Casa del Estudiante Nicolaíta
Casa del Estudiante Lucio Cabañas
Movimiento de Aspirantes y Rechazados | MAR
Coordinadora de Universitarios en Lucha | CUL
La agresión comenzó con el allanamiento de 2 casas de estudiante (2 de Octubre y Nicolaíta) por la madrugada y continuó horas después en la casa Lucio Cabañas; violentando, deteniendo y desapareciendo estudiantes con el fin de disolver el bloque activista que mantenía bloqueada la Avenida Francisco I. Madero. Los universitarios basaban su lucha en demandas por el acceso y la gratuidad de la educación.
La secuencia de las actividades que asumieron los agresores, plantea la discusión hacia varias preguntas que emergen a partir de los actos represivos; ¿Cuánta energía, capacidad y erario público necesita un estado para ejecutar una operación así con cientos de policías? ¿Qué tan fuertes se deben escuchar los “pasos en la azotea” de un gobierno como para enviar policías Estatales, Federales y al Grupo de Operaciones Especiales (GOE) a quemar una casa estudiantil y desaparecer a sus moradores? ¿Qué tanto fue el respaldo del entonces Presidente de México Alfonso Calderón hacia el Gobernador de Michoacán Fausto Vallejo Figueroa para realizar estas acciones y declarar que había sido un acto completamente legal?
De este ataque, se estiman saldos aproximados a 250 desaparecidos, 200 presos, 6 heridos de gravedad y 1 estudiante asesinado miembro de la Casa Nicolaíta. Es importante pensar en la salud psicológica de la que resultaron afectados aquellos activistas.
La necesidad del gas lacrimógeno, las balas de goma, las armas de fuego, los toletes y los incendios, evidencia la debilidad e incapacidad del diálogo de las autoridades y asoma a la vista la insistencia de los grupos estudiantiles por seguir resistiendo los ideales de la comunidad. Al día de hoy, se escribe, se recuerda y se vive una consigna: ¡28 de abril no se olvida!
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