Economía

¿Qué pueden hacer los “Changarros”, “puestitos” y negocios familiares ante la crisis del COVID-19?

¿Haces y vendes todo tipo de cosas?  ¿Desde comida (gorditas, tacos, tostadas, elotes, etc.), servicios (limpieza, cortes de cabello, tintes, transporte etc.), o bienes (ropa, libretas, cuadros, pinturas, etc. etc.)?

Seguramente sabes más o menos los problemas cotidianos que hay para vender, y sabes también todos los problemas que esta pandemia sumó, si de por sí era difícil ahora parece imposible.

Por lo que, ante la imposibilidad de cambiar el cauce de la pandemia, no queda más remedio que ajustarse a ella y sacarle lo mejor posible, aceptar que se ha roto la dinámica tradicional de comercio mundial, aceptar que vender como siempre se ha hecho ya no es viable.  Esto no quiere decir que todos los negocios que vendan de ese modo desaparezcan forzosamente, pero sí quiere decir que las formas tradicionales sólo sobrevivirán por causas tan particulares que sería difícil multiplicar y expandir sus condiciones de triunfo.

Negocio que no se adapte a la nueva normalidad difícilmente podrá sobrevivir, ya está visto cuántos miles de negocios pertenecientes a todos los tipos de giros posibles han quebrado sin importar todos sus años de funcionamiento o su tamaño.

Esto quiere decir que acoplarse a esta realidad no es un problema de poder adquisitivo o poder de compra, sino un problema de “saber cómo ajustarse”, y aunque es claro que a mayor capacidad de inversión mejor puede posicionarse un negocio, también es importante apreciar que no importa si se llega con mucho dinero si al final no se sabe cómo acomodarse dentro del panorama obligado por el COVID.

Es decir que no sobrevivirá el más fuerte sino el mejor adaptado. Abriéndose así infinitas posibilidades a negocios chiquititos que de otra forma difícilmente hubieran tenido.

  • Se han roto solo la importancia de la localización del negocio, lo que antes de la pandemia podía significar y esencial como estar posicionado en el centro histórico, hoy con las medidas ha perdido este carácter, el espacio ahora está en la web. (ojo que la web es más grande que redes sociales, o Google, o un blog).
  • La gente valora mejor los productos que puede comprar desde su casa, a menor precio y que llegan directo a tu casa.
  • Han crecido tanto las empresas de envíos a domicilio que han diversificado muchísimo los servicios y bajado los precios, sumado a las innovadoras maneras de ajustarse al mercado virtual.
  • Ya gran cantidad de familias productoras tienen un smartphone, un teléfono celular con conexión a internet, esa es una gran puerta de conexión al mundo virtual, por muy sencillo que este sea.

De este modo las productoras y productores de todo tipo de bienes y servicios tienen la oportunidad de abrirse paso a ser conocidos directamente, sin las barreras de las distancias, ni el idioma. Ahora las plataformas y mecanismos virtuales son infinitos para lograr este acercamiento.

Ya que este ajuste de los negocios a la dinámica pandémica es algo nuevo y reciente, no hay experiencias acabadas que puedan servir como ejemplo completo de “cómo hacerle”, sin embargo ya hay muchas experiencias aún vivas de las que se debe y se puede aprender, afortunadamente ya hay mucho material escrito y audiovisual en internet, tutoriales, cursos, datos etcétera, todo a disposición de la población productora.

Con un celular con internet en la mano, usted que produce y/o ya tiene su changarro puede preguntarse ¿Cómo puedo ayudarme este aparato para aumentar mis ventas?  Verá que le aparecerán centenas de respuestas posibles.

Dele el celular a su hija, hijo, sobrinos o cualquier miembro de la casa que se la pasa pegado a él todo el día y dígale, tú me vas a ayudar a hacer más ventas desde tu teléfono.

 

 

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Fidel Sánchez

José Fidel Sánchez Juárez Economista poblano.