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“Antes EE.UU. era un gran país […] Hoy está lleno de (empresarios) que le han hecho todos guiños a China”

Las siguientes, son las ideas centrales del diálogo sostenido entre Max Keiser y Gerald Celente
sobre la relación entre China y EE.UU. y sobre cómo puede impactar en el dólar y en la economía mundial.
Corresponde al programa Keiser Report en español, emitido el 22 de julio de 2021 en el homónimo canal de Youtube.

Por Alejandra Cuazitl

Según algunos analistas, China es ahora la primera, o mejor dicho la única súper potencia mundial. Esto se preveía desde el 2020, pues mientras E.U. se enfoca en la guerra, China se ha enfocado en hacer negocios. Está claro que China está adelantando a E.U. Además, demócratas y republicanos han trasladado a China la capacidad productiva de E.U. en todo lo que tiene que ver con la tecnología de vanguardia y la industria pesada.

Elon Musk, Nike, Hollywood, le han hecho todos guiños a China. Y esto es y será una tendencia, ya que nadie los llamará al orden, lo único que les importa es el dinero.

Durante la legislatura pasada de E.U., surgió un revuelo por la aplicación TikTok, que giraba en torno a un supuesto de que permitiría a China controlar las mentes de los estadounidenses y la cultura del país, por medio de la inteligencia artificial. Sin embargo, la inteligencia artificial es un problema menor, el verdadero problema radica en los déficits comerciales, que necesitan algo con lo que encender los ánimos de las personas y que no se den cuenta que todo ese dinero en realidad le está llegando a China.

Las marcas chinas acabarán desplazando a las occidentales, cosa que ya está pasando. El poder blando de los E.U. reside en las marcas médicas. En Francia, se habla de Estados Unidos como “un Chernóbil cultural” ya que los estadounidenses tienen preferencias, comportamientos y hábitos iguales. Y eso es solo posible debido a que E.U. se ha impuesto en la guerra de las marcas.

China, con sus 5 mil años de antigüedad, tiene mucho que ofrecerle a mundo, en términos culturales. Sin embargo, existe una latente preocupación porque al ser gobernada por comunistas, hay una consiguiente falta de libertad, y esa falta de libertad también se manifiesta en el resto del mundo. En China no hay libertad, pero en E.U. tampoco y cada vez son menos los países que lo tienen.

Biden minusvalora el riesgo a un dominio económico por parte de China y no resulta el más adecuado para afrontar esta tarea. Los políticos son todos unos mediocres, llamándolos “memócratas” y “republimalos”, afirma que no son ni de lejos, los más preparados.

Viendo el lado positivo, ahora que los alquileres han sido reducidos, se percibe un mayor arrendamiento, lo que a su vez está permitiendo la apertura de nuevas tiendas jóvenes y vanguardistas. El renacimiento está aquí, solo necesita gobernantes adecuados que transmitan el mensaje correcto. Los estadounidenses están preparados para ese cambio de tercio que los chinos no serán capaces de protagonizar.

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