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Ávandaro, ¡yeah! A 50 años del festival de “rock y ruedas“

El origen del festival

En esta fecha se conmemoran tres eventos históricos, el golpe de estado en Chile en 1973, los ataques terroristas en Estados Unidos en 2001 y un festival de rock ocurrido en el Valle de Bravo, Estado de México. La historia de este festival de rock es curiosa y divertida hasta cierto punto, pero al final, el régimen priista lo utilizó para censurar al rock mexicano y chicano. Armando Molina, en ese momento representante de muchas bandas de rock, fue contactado por Luis de Llano (productor de bandas de pop de Televisa) quien presentó a Eduardo López Negrete y Justino Compean (expresidente de la Federación Mexicana de Fútbol) quienes eran dueños de una promotora para la realización de competencias del automovilismo, buscaban la realización de una “noche mexicana” previa a la carrera en el “Circuito Ávandaro” que iba a ser trasmitida por el Canal 5.

Por solicitud de los empresarios de la promotora, Molina buscó sólo a Javier Bátíz y a la banda llamada “La Revolución de Emiliano Zapata” con un presupuesto de 40 mil pesos, pero Bátiz se negó a asistir ya que por egolatría le exigía a Armando Molina todo el presupuesto para él mismo porque se consideraba “el mejor”, y también el representante de “La Revolución de Emiliano Zapata” se negó a asistir porque ya tenían otra presentación en la zona del bajío, finalmente, “el Ritual” y “Peace & love” que eran manejadas por Armando Molina iban a ser las únicas para asistir, sin embargo, más representantes contactaron con Molina para ser incluidas en la lista.

Inicialmente, “Epilogo” y “Bandido” fueron unas bandas que fueron añadidas para animar la noche mexicana, sin embargo, poco a poco, más bandas se contactaron con Molina como “los Dug Dugs”, los “Yaqui”, “Tequila” y la “Tinta blanca”, con tal de presentarse en vivo por primera vez (y por única vez en un evento de tal magnitud), muchos de ellos asistieron con su propio dinero, pero al final sí recibieron algo de aquellos 40 mil pesos. Posteriormente, a Luis de Llano se le ocurrió la idea de hacer un festival de rock y al día siguiente la carrera automovilística, por eso tomó el nombre de “Festival de rock y ruedas”, pero la carrera no pudo llevarse a cabo y al pasar de los días, más bandas fueron agregadas a la lista final.

El Woodstock mexicano

En total asistieron doce bandas, pero en la mañana del 11 de septiembre, el pre-festival inició con una conferencia sobre el ambientalismo y una sesión de yoga, una obra de teatro de la ópera rock de Tommy (un álbum de la banda inglesa “The Who”) y participaron las bandas: “la Ley de Herodes”, “Zafiro”, “La Sociedad Anónima”, “Soul Masters” y “La Fachada de Piedra”, se dice que para aquel momento ya había 100 mil asistentes, pero el aforo seguía creciendo en cantidades nunca esperadas.

Al pasar las horas y con la presencia de más de 200 mil personas, el festival inició a las 19:00 con la presentación de los Dug dugs, y siguieron: “Epilogo”, “División del Norte”, “Tequila” y así, llegó el clímax del festival, la banda “Peace & love”, interpretó sus mejores composiciones, pero casi al final, interpretaron “We got the power” (tenemos el poder), y “marihuana”, durante la primera canción, el cantante Ricardo Ochoa dijo: “que chingue su madre el que no cante” y además, por el contexto que se vivía, recordando que tres años atrás había ocurrido la masacre de Tlatelolco y solo tres meses antes fue el Halconazo, esas dos canciones fueron definitivas para la cancelación de la transmisión en vivo en la radio nacional. El resto del festival ocurrió con normalidad, las bandas fueron: “El Ritual”, “Bandido”, “Los Yaki”, “Tinta Blanca”, “El Amor” y para concluir, “Three Souls in my mind”, pero por problemas con el sonido no se pudo concluir su actuación y así terminó el festival.

La censura

El priismo asustado por la participación de 200 mil jóvenes que tenían muy frescos los recuerdos antes mencionados, el régimen no tuvo otra opción más de dejar a los muchachos hacer lo que quisieran al menos ese día, pero la prensa controlada por el gobierno desacreditó al evento aludiendo que la juventud llegó al libertinaje, exceso en el uso de drogas, sexo, desnudos, etc. Y así, la parte de la sociedad más conservadora y junto con el gobierno vetaron a las bandas mexicanas de todos los medios de comunicación, otros que fueron castigados fueron locutores de Radio Juventud que fueron despedidos, requisaron filmaciones y grabaciones de audio, y durante casi veinte años, el rock estuvo censurado por ser inmoral e incitar a la rebeldía.

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