Abrazarse a la tierra
Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo, estoy aquí
resucitando.
María Elena Walsh
Abrazar es un asunto entre cortezas,
caricias fosilizadas, deslaves volcánicos.
No abrazar ni ser abrazada como decisión política,
en determinadas geografías.
No permitir al cuerpo la palabra;
darle simulacros que compensen, ridículamente, el tacto.
Ir resquebrajando el poderosísimo miedo de morirse.
Arropada en el lodo, sin moverse,
la cigarra va planificando los días de lluvia
en que cantará un timbre de guerra.
Acordonar los batallones,
tender los brazos como barricadas al miedo.
Reconstruir la estrategia para ser levantada por el árbol,
y quedarse en medio de su sombra.
Hagamos eco, cigarras.
Y con tambores agitados,
anunciemos el sonido de la tierra.
Brenda Contreras Cruz
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