Tecnología en la dialéctica de la dependencia.
Dialéctica de la dependencia es una obra de 28 páginas del economista y sociólogo Rui Mauro Marini en la que se habla de la situación de dependencia económica que sufre América Latina de los países llamados de primer mundo. Antes de leer este texto se plantea resolver la pregunta, ¿por qué en México no se invierte en tecnología? ¿Qué es la teoría de la dependencia? ¿Cómo ocurre esta dependencia a nivel tecnológico?
Este texto pretende ser un comentario de la importancia de las innovaciones tecnológicas para la acumulación capitalista.
Tecnología en la dialéctica de la dependencia de América Latina
Primero la situación de las importaciones y las exportaciones para los países latinoamericanos, la balanza comercial hasta la mitad del siglo XIX es deficitaria, los préstamos extranjeros se destinan a sustentar la capacidad de importación.
Todas las naciones de América Latina nacieron endeudadas, y los apoyos económicos que éstas reciben no son para invertir en tecnología propia, y si se recibe dinero será para actividades del sector primario, principalmente, agricultura, minería y extracción de combustibles fósiles. [1]
Entonces se nos presta dinero o se invierte en nosotros para poder adquirir la herramienta y maquinaria propia del sector primario. También hay que pensar que nuestro mercado nace para satisfacer uno ya existente[2]. Marini lo menciona a mitad del libro, “La base real sobre la cual ella se desarrolla son los lazos que ligan la economía latinoamericana a la economía capitalista mundial. Nacida para atender a las exigencias de la circulación capitalista, cuyo eje de articulación está constituido por los países industriales, centrada pues sobre el mercado mundial, la producción latinoamericana depende para su realización de la capacidad interna de consumo. Se opera así, desde el punto de vista del país dependiente, la separación de los dos momentos fundamentales del ciclo del capital la producción y la circulación de mercancías- cuyo efecto es hacer que aparezca de manera específica en la economía latinoamericana la contradicción inherente a la producción capitalista en general, es decir, las que opone el capital al trabajador en tanto que vendedor y comprador de mercancías” (Dependencia, n.d.)es decir los mercados nacen y desarrollan sus herramientas para satisfacer sus propias necesidades, por ejemplo, pensemos en la mantequilla, cualquier país puede obtener su propia mantequilla, ordeñando sus vacas y conforme avanza la historia desarrollar técnicas para mejorar la extracción o hasta hacer más eficiente el batido, que en su momento era manual. Resolviendo el problema solo tomando recursos de su nación, sin embargo, el mercado en América Latina nació para satisfacer las necesidades de insumos de un mercado que ya era sumamente competitivo, a América Latina le tocó, solo poner las vacas.
Marini también menciona el paso del esclavismo al mercantilismo a nuestros días. Asombrado de como el trabajo asalariado puede ahora suplir el trabajo que su momento fue trabajo esclavo. Y es que el modelo de producción esclavista fue clave para desarrollar imperios y una economía particular, ¿cómo pudo entonces derrocarse un sistema de dominación total?
Para explicarlo se remite al capital, a los límites del capital constante, ya no bastaba con la explotación de todas las horas posibles del esclavo ahora había que hacerlo más productivo. Afortunadamente para muchos de nosotros, la humanidad también consideró que el esclavismo no era un acto ético, en la mayoría de los lugares. La Revolución francesa trajo consigo conceptos como derechos humanos y el valor del ciudadano, libertad y fraternidad. La burguesía es ahora la clase que se enfila como la clase dominante.
Para el siglo XIX, en la descolonización de América y con la abolición del esclavismo en lo general, algunas naciones lo lograron antes que otras, era imperativo que los trabajadores fueran más productivos. Urge una revolución tecnológica, urge apurar las ciencias y la técnica para una mayor apropiación del trabajo ajeno. Sobre esto Habermas menciona.
“El operacionalismo teórico vino al cabo a corresponderse con el práctico. El método científico, que conducía a una dominación cada vez más eficiente de la naturaleza, proporcionó después también tanto los conceptos puros como los instrumentos para una dominación cada vez más efectiva del hombre sobre el hombre a través de la dominación de la naturaleza…” (Por & Redondo, 1986)
Pasada la segunda revolución industrial, con los avances posibles de la física y mientras se desarrollan los nuevos materiales, había que hacer más.
Henry Ford nació un 30 de julio de 1863, fue un empresario y emprendedor estadounidense, fundador de la compañía Ford Motor Company y padre de las cadenas de producción modernas utilizadas para la producción en masa. Henry Ford fue un visionario, fundando una nueva ciencia en cuanto a la división del trabajo.
Comienza la racionalización y los debates sobre economía planificada o como debía hacerse. Sobre este raciocinio de los recursos el sociólogo Habermas dice.
“En este universo la tecnología proporciona también la gran racionalización de la falta de libertad del hombre y demuestra la imposibilidad técnica de la realización de la autonomía, de la capacidad de decisión sobre la propia vida. Pues esta ausencia de libertad no aparece ni como irracional ni como política, sino más bien, como sometimiento a un aparato técnico que hace más cómoda la vida y eleva la productividad del trabajo.” (Por & Redondo, 1986)
Es decir, como ya Gramsci advertía en su Americanismo y Fordismo, y otros más se hace al obrero productor, pero principalmente consumidor y se le priva de muchas libertades.
Sobre la división del trabajo vale la pena mencionar la capacidad y mejora que trajeron estas nuevas formas, que nacieron de una crisis, de la poca flexibilidad que aportaba el fordismo, huelgas generales y las crisis propias del capitalismo. (Juarez, 2004)
Es increíble ver, la descripción y resolución de estas crisis, en diferentes latitudes, cómo lo que hizo Nissan en Inglaterra que vivía huelgas generales y descontento social puede verse en La Rosa Roja de Nissan de John Holloway (Rosa Roja, 1968.). O la aparición del JIT como nuevo paradigma de producción. Pero la descripción de estos fenómenos no termina de explicar la dependencia de América Latina.
Hace falta ahondar mas sobre la división internacional del trabajo, el capital variable, capital fijo y, la sobre explotación y la ganancia extraordinaria en término formales, que este texto sirva para notar la importancia de la tecnología, la ciencia, la división del trabajo.
Hoy en día resulta clave la inversión en todos los sectores de producción de nuestros países, por ejemplo veo con buenos ojos la creación de la refinería en México, aunque se pudo haber optado por sectores mas olvidados y que igualmente son estratégicos para nuestra independencia en este caso energética, como la inversión en almacenes y depósitos para gasolina, pues México cuenta con almacenes para cubrir tres días de desabasto, como se notó cuando AMLO paró los acueductos para identificar tomas clandestinas. Veo con buenos ojos también el abaratamiento de los circuitos eléctricos importados y creados en México, pues falta muy poco para que el absurdo de realizar casi todo el proceso de armado aquí y el etiquetado en otros países sea insostenible.
En la nueva sociedad claro que es necesario seguir siendo productivos, y continuar en la búsqueda de métodos más eficientes, para la modificación de la naturaleza, pero esta vez para cubrir las necesidades de todos. Que el obrero no se separe de su obra. Históricamente creo que nos encontramos en condiciones de mejorar cualquier avance tecnológico, como en la lista que hace Habermas ya podemos aplicar técnicas de control que simulen un cerebro humano. “Primero son reforzadas y sustituidas las funciones del aparato locomotor (manos y piernas); después, la producción de energía (por parte del cuerpo humano); después, las funciones del aparato de los sentidos (ojos, oídos y piel) y, finalmente, las funciones del centro de control (del cerebro).” (Por & Redondo, 1986).
Marini Dialéctica de la Dependencia (1972). sociedad y desarrollo.
Juarez, H. (2004). El Auto Global. 131.
Por, T., & Redondo, M. J. Jürgen Habermas (1986) CIENCIA Y TÉCNICA COMO «IDEOLOGÍA». 1–58.
Holloway, L. A. (1968). La rosa Roja de Nissan.
https://metiendobulla.blogspot.com/2012/06/161-fordismo-y-taylorismo-en-los.html
https://expansion.mx/empresas/2017/01/05/el-almacenamiento-de-gasolina-en-mexico-apenas-para-3-dias
[1] Si bien, actualmente en América Latina se encuentran por ejemplo armadoras de automóviles como las de Volkswaven en Brasil y México, recordemos que la ganancia o el fruto de esa fuerza de trabajo termina principalmente en Alemania. De cualquier modo, el repaso histórico de la situación de dependencia nos dará elementos para entender la situación de atraso tecnológico de nuestro país.
[2] Por ejemplo la necesidad de materias primas para desarrollar la metalurgia en los países industriales.
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