Sheinbaum y el Poder Judicial de la Federación: Lecciones de Brasil
El Desafío de Claudia Sheinbaum: Un Análisis Comparado con Dilma Rousseff y la Coyuntura Política Mexicana
¿Morena arrasó el 1 de junio? ¿Qué significa eso? Significa el control del poder legislativo y ejecutivo ¿significa que tiene todo el poder? La respuesta es sencilla, no. Porque no tiene el Poder Judicial, que sigue en posición de la Derecha ¿Existe con esto la posibilidad de un impeachment contra Claudia Sheinbaum? La respuesta es sí.
Aún queda un poder que se escurre entre la opulencia. Es el poder judicial, el que ha discrepado de todo el proceso de transformación, el que ha revertido las reformas impulsadas por el congreso y el poder ejecutivo de la 4T, con el claro objetivo de menoscabar su legitimidad. No me detendré a señalar las olas de corrupción y opulencia que derrocha el poder judicial, cosa que ya han hecho compañeros dedicados a la actualidad. La necesidad de este escrito es relacionada a un contexto histórico que podría suceder si lo dejamos descuidado, que podría ser el impeachment orquestado por el poder judicial, por los nuevos traidores y grupos de interés de extrema derecha que como aliados de morena, se han fortalecido políticamente.
Giovanni Sartori, el gran analista italiano de la ciencia política moderna, que construyó los cimientos del método comparado y que se ha dedicado a analizar los sistemas de partidos políticos, señala que “En política comparada, confrontamos casi siempre unidades geopolíticas, o procesos e instituciones, en un tiempo igual, o mejor, que se considera igual” es por ello por lo que el modelo histórico que se adapta al contexto mexicano es el brasileño.
Analizar el caso de Dilma Rousseff en Brasil es significativo. En 2016 fue destituida de su cargo como Presidenta de la República con un golpe de estado por parte del poder judicial, abriéndose el escenario para el regreso de la derecha brasileña de Jair Bolsonaro. Este proceso de reflexión y estudio lo elaboramos en su tiempo con Andrés Manuel López Obrador y el modelo chileno con Salvador Allende, mismo que nos hizo pensar el ¿Qué hacer en el proceso coyuntural del 2018?, a su vez aportó en las lecturas que tendríamos que hacer en todo su proceso de gestión de gobierno.
Algunos otros estudiamos en el 2021 el contexto mexicano actual y el histórico de 1940 en donde Lázaro Cárdenas eligió a Manuel Ávila Camacho y no a Francisco
J. Múgica, esto nos llevó a entender que debíamos apoyar a la coyuntura que le diera continuidad a la cuarta transformación y no a un retroceso, concluyendo que
la mejor opción era Sheinbaum, el Múgica de Andrés Manuel. También la lectura que se podría dar es la coyuntura de Ecuador entre Rafael Correa y Lenin Moreno, pero el gobierno de Claudia presenta discrepancias amplias con la coyuntura de Ecuador, ejemplo de ello es la amplia cercanía que Claudia tiene con Andrés Manuel, basta leer el mensaje que él le envió vía WhatsApp a ella “Aunque pienso igual que tú sobre que el poder es la humildad, la verdad, la verdad, estoy muy orgulloso. Tú eres lo mejor que le ha pasado al país en estos tiempos. No cabe duda de que México y su pueblo están benditos”, o que incluso en su conferencia de la mañanera del 07 de junio del 2024 dijo “solo atendería un llamado de mi presidenta” por todo esto no es comparable a Ecuador. La cuarta transformación mexicana se ganó al tercer intento, mientras que la brasileña al cuarto. En esas participaciones, ambos proyectos sufrieron fraudes electorales y guerras sucias financiadas por el poder económico de empresarios y
banqueros. No es hasta que las fuerzas progresistas negocian o limitan su discurso contra estos poderes que consiguen tener mayor movilidad dentro de las elecciones. Siendo uno de los factores claves para el triunfo, sin olvidar que el más importante es que el pueblo los apoyaba ampliamente.
Sin embargo, si es difícil ganar una elección, lo es más gobernar y más aún, teniendo un desgaste continuo con el desequilibrio liderado por el poder económico.
Por ello tuvo que ablandar sus políticas económicas y conciliar con los empresarios. Así como Andrés Manuel, Lula en su tiempo luchó contra la pobreza, pero tuvo que hacer alianzas con otros partidos políticos, en el caso brasileño, El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB); en el caso mexicano El Partido Encuentro Solidario (PES) y El Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Al final la convicción de ambas luchas de estas izquierdas era generar empleos, mejorar la calidad educativa, apoyar a los grupos más desfavorecidos.
El cierre del periodo presidencial es comparable porque gracias a todo lo realizado, ambos dejan el cargo con amplia mayoría en las cámaras y apoyo popular.
Sin embargo, las luchas necesitaban continuar después de las importantes gestiones públicas que realizaron ambos lideres carismáticos, la respuesta de
Obrador fue Claudia, la de Lula, Dilma. Ambas mujeres venían de la lucha, Dilma de la guerrilla, Claudia de la lucha universitaria. Posteriormente de la clandestinidad se adentran en la administración pública, obteniendo experiencia de ser gobierno. No solo las candidatas ganaron gracias a la amplia aprobación que dejaron sus respectivos gobiernos salientes, sino a las alianzas que realizaron para obtener una amplia mayoría, en el caso de Dilma Roussef con su vicepresidente impulsado por el PMBD, en el caso de Claudia Sheinbaum con diversos actores políticos que vienen del sistema político anterior, de los partidos políticos de la derecha mexicana aglutinados en la Alianza Va por México que saltaron del barco antes que se consumara la derrota.
Hablemos de Dilma, ella inició quitándole espacios políticos al PMBD, modificó leyes que agitaron al sector financiero, y generó una política anticorrupción. Fue en este último movimiento que aparece el poder judicial, tomándole ventaja para iniciar una amplia campaña judicial y política en contra del gobierno de Dilma.
La campaña de llama “Lava Jato”, y es dirigida por Sergio Moro. El caso es contra Petrobras, señalando la corrupción que se les encuentra a los partidos políticos a través de contratos que fungen como sobornos. Toda esta operación iba en dirección de desprestigiar el gobierno de Dilma, para influir en las elecciones.
Aunque la campaña del “Lava Jato” no consiguió su primer objetivo, ya que Dilma ganó con un margen de diferencia de 3.28 puntos, la oposición liderada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) a cargo de Aécio Neves, propuso el impeachment, cabe señalar que este partido de centro izquierda, se recorría al centro derecha. Es aquí donde la derecha se empezó a mover con la búsqueda de un juicio político a través de redes, de medios de comunicación como periódicos, radio y televisión. El golpe inicia provocando una recesión económica. el congreso se moviliza y aprueba el impeachment contra la presidenta. Empero no están todas las piezas, aún falta una muy importante y es aquí donde el “Lava Jato” realiza su segundo movimiento, es luchar contra Lula, el personaje que le da legitimidad a la presidenta y su proyecto de nación. El congreso derechizado, luego de ser comprados por gente de los grupos de interés económico, como los banqueros, y convencidos por el PSDB se moviliza para acelerar los procesos en contra de Dilma, donde el presidente del congreso vota a favor de todas las acciones para destituir a su presidenta. La falta de percepción del gobierno que no vislumbro la traición de los actores políticos del congreso que se derechizaron fue su error.
No entender que había gente en el poder que no estaba en el proyecto, sino que estaba bajo sus intereses propios, fue uno de los grandes errores que cometió el PT brasileño, porque no solo recibía golpes del poder judicial, sino que ahora también el legislativo estaba del lado de los derechistas. Es así como 366 diputados votaron a favor de que se le iniciara un proceso a Dilma Roussef, derechistas y traidores aprobaron el golpe de Estado.
Luego, el “lava Jato” hace su tercer y último movimiento, atacar a Lula, con el objetivo de destruir la aprobación que tenía la izquierda. Lula es atacado por Sergio
Moro y arrestado. La tormenta llevó a la destitución de Dilma Rousseff y el ingreso de la cárcel de Luiz Inácio Lula da Silva.
En la tormenta y ante el giro de derecha, los fascistas se acercan al poder, en el caso de brasileño, Bolsonaro se acercó al poder, ya no solo para la derecha Brasileña, sino se dirigió al fascismo.
¿Y Claudia?
La virtual presidenta se encuentra en un conflicto con grupos de interés. Luego que se diera que el plan C, iba a ocuparse en que el poder judicial fuera elegido mediante votaciones. La bolsa de valores cayó, el peso perdió valor frente al dólar. La derecha dice que se está llevando el país a un modelo autoritario como Venezuela, que regresará el PRI hegemónico, que no es viable la elección de jueces, etc. Empero, una gran diferencia de Brasil es que aquí la derecha no tiene un partido que le haga frente al gobierno morenista, ya que los partidos de la alianza están desmoralizados, no generan aprobación en el pueblo de México, por lo que les queda es desgastar poco a poco la aprobación de Claudia, a través de la bolsa de valores. Ejemplo de ello es que en la primera conferencia de prensa de Claudia Sheinbaum movilizaron la bolsa a través del disparo del dólar pasando de 18.21 a 18.56.
La derecha no quiere la reforma judicial, por ello hacen todo para que el gobierno no realice esta elección. El debate está en su máximo punto, de echarse para atrás mostraría una debilidad en el nuevo gobierno. De lograrse, los conservadores buscarían métodos para iniciar un impeachment a largo plazo.
En conclusión, el gobierno de Dilma Rousseff cayó por la disputa del poder económico, poder legislativo y el judicial, siendo este último el más efectivo para el desmoronamiento del gobierno del pueblo, esto se debió, al miedo que impulsaron los poderes económicos, los medios de comunicación y la acción política, que concluyo en el impeachment.
Claudia puede recibir un golpe blando si no tiene cuidado con sus movimientos, lo que le daría cabida a un retroceso que la extrema derecha anhela que se
cumpla. Empero, ya se vislumbró este intento y el movimiento que hará Sheinbaum es utilizar las casas encuestadoras como método de elección para sus decisiones, basadas en la voluntad popular, dándole un sentido de democracia participativa, para que los mercados cambien la percepción de autoritarismo a un gobierno democrático y legitimo.
Esto apenas comienza, nos encontramos en el periodo de entrega recepción, el contexto mexicano será un gobierno lleno de coyunturas donde el poder judicial, los partidos políticos, los grupos de interés, pero, sobre todo, la aprobación de la presidenta conducirá al país.
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