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“El descortezador desnuda a la malintzi”; comunidades dialogan en búsqueda de soluciones

Por Lucia Castillo

Bajo el título “El descortezador desnuda a la malintzi”, tres conversatorios se generaron en vivo a través de la página de Facebook de Artemali Ocoxal. Este es un grupo de mujeres artesanas de la malinche, pertenecientes a Tepatlaxco de Hidalgo, Puebla, que trabajan con la hoja de pino (Ocoxal); el diálogo se generó entre pobladores organizados de las comunidades afectadas por las plagas de escarabajo descortezador, comités comunitarios y especialistas en el área socioambiental.

Se abordaron a lo largo de tres conversatorios temas relacionados al significado que le otorgan a la montaña, aprendizajes y conflictos que han tenido que enfrentar los pobladores de la montaña frente a la plaga del escarabajo descortezador y los escenarios que se avecinan sobre esta problemática.

En el primer conversatorio titulado “conocimiento tradicional y experiencias sobre el descortezador” y a través de las voces de los abuelos de las comunidades se habló de la importancia, diversidad, trabajo y conexión que se tiene con la montaña; específicamente comparten sus sentires Doña Francisca López, Mónica Sánchez, Don Maurilio, María Gertrudis y Pablo Juárez Dionicio, quienes hablan de la montaña sagrada como madre, como dadora de vida y sostenimiento de la vida. Para Doña María Gertrudis la malintzi no es una montaña solo por ser una montaña, sino que comparte muchas cosas con todos. Significa paz, tranquilidad, oxígeno, medicina tradicional y agua. Por otro lado, Pablo Juárez Dionicio menciona que el bosque purifica, llama a las nubes que benefician a las plantas y las cosechas.

Don Maurilio menciona que no es la primera vez que la montaña se desnuda. Hace algún tiempo, debido al aumento de la demanda de los recursos maderables provocada por la ciudad de puebla, el bosque se había quedado sin árboles.

La moderadora de este evento, Claudia Libertad, puntualiza en la pregunta:

¿Quiénes son los que dañamos la montaña? y comparte que hay una estigmatización hacia los pueblos sobre este punto, pero hay un problema de fondo. La dinámica de la ciudad ejerce una presión en las formas de vida de los pobladores de las comunidades ubicadas en las faltas de la montaña.

Hacia este punto, Don Maurilio da un mensaje a la población: ¡Si dejamos que la montaña se desnude, vamos a sufrir las consecuencias!

Los abuelos compartieron sus experiencias frente al descortezador y algunos mencionan que no tenían conocimiento de ese animalito pero recuerdan cómo la montaña ha ido cambiando. Hay animales que las nuevas generaciones ya no conocieron y paisajes que ya no pueden presenciar. Don Maurilio comparte que existía un árbol llamado Tetecomatl y este tenía unos gusanos enormes que se cocinaban al fogón y se comían, ahora es algo que ya no se pueden compartir.

Otros abuelos hablan del escarabajo desde lo que actualmente representa y comparten las acciones que propician la propagación del insecto; comentan el dolor que les provoca pensar en que no hemos sido agradecidos con la montaña por todo lo que nos otorga.

Claudia Libertad le pregunta a los abuelos ¿Cómo se imaginan la montaña en un futuro? y hay una resistencia a observar la montaña pelona, con árboles tristes.

Comparte doña Gertrudis que si no se cuida lo que se tiene, se va a acabar; y manda un mensaje a toda la comunidad y las autoridades a unir fuerzas para acabar con la plaga e invita a los jóvenes a usar la tecnología para beneficiar a la naturaleza; También Don Maurilio y Pedro hacen la invitación a las generaciones a que aprendan a cuidar la vida, que se involucran más en procesos políticos para ayudar a la montaña, a pensar más en el territorio que habitan y a valorar de nuevo los saberes ancestrales.

Don Maurilio hace mención al poder del Nahui Ollin diciendo que “cada territorio tiene que curar sus males, cada territorio debe de equilibrar el sistema”

Después de que desaparezcan todos los animales y los árboles, seguiremos nosotros como habitantes de esta tierra. La matlalcueyetl es nuestra casa y no debemos descuidarla.

Espera la nota del segundo conversatorio titulado “La montaña de la malintzi: una región biocultural” o puedes consultar los diálogos en la página de Facebook: Artemali Ocoxal.





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