¿Quiénes y por qué impulsan las energías limpias en el mundo?

Por Miguel Silva

Ante el ascenso mediático de las “energías verdes”, “renovables” y “cero contaminantes”, -y digo mediático, haciendo énfasis en el papel que han tenido los medios de comunicación-; el rubro más golpeado es el de los combustibles fósiles. En este sentido, es importante entender que no se minimiza por ningún motivo el hecho de que el petróleo, el carbón y sus derivados sean una de las cargas ambientales negativas mas visibles y medibles del planeta; sin embargo, quienes están proponiendo este cambio energético hacia las mal llamadas energías  limpias, son justamente los mismos que siguen librando guerras por el control del crudo alrededor del mundo.

Un ejemplo claro es la Unión Europea , quienes a viva voz piden que se cambie de matriz energética, lo que no dicen tan claramente, es que lo hacen porque ya no tienen a sus colonias en Medio Oriente y África para sobrexplotarlas y, que son ellos, quienes poseen la segunda empresa de energías renovables mejor cotizada en Wall Street (la empresa Germano-Española ‘Siemens Gamesa Renewable Energy’).

La mayor empresa de energía limpia en el mundo se encuentra en Estados Unidos, ‘NextEra’ con sede en California, la cual en octubre del presente año destronó a la petrolera texana fusionada ‘ExxonMobil’; indicando la caída de uno de los negocios que le dieron un poder sin precedente a los empresarios del siglo pasado.

Cabe resaltar que precisamente Estados Unidos es quien sigue haciéndose con el petróleo de Irak, hurtándolo abiertamente desde la ocupación iniciada después de los atentados de las Torres Gemelas en 2001.Y es que, el petróleo sigue siendo un as bajo la manga en términos de seguridad nacional para América del Norte; no por el petróleo en sí, sino por el control del territorio y la materia prima; porque la refinación sigue siendo un buen negocio-.

La cantidad de retahílas a favor del cambio energético, desde las filas de los partidos conservadores en América Latina y el mundo occidental se guían por el discurso de ¿para qué quieren tener refinerías los países en desarrollo si el petróleo ya no es negocio y además contamina?, sería mejor privatizar esas empresas para que el Estado no se haga cargo y que gaste la inversión extranjera; dando así concesiones millonarias que pasan por los filtros corruptos de los políticos Latinoamericanos con la ayuda de las siempre dispuestas agencias de cooperación de EE.UU.

Si no fuera un negocio la refinación -letanía que les encanta a los medios propagandísticos de oposición en México-, no sería noticia con letras de oro que China esta apunto de arrancar el título de máximo refinador de crudo en el mundo a los EE.UU., según los mismos analistas estadunidenses. (https://www.bnnbloomberg.ca/china-is-set-to-eclipse-america-as-world-s-biggest-oil-refiner-1.1525859) 

El gobierno Chino como ejemplo, no se limita al refinamiento y explotación del petróleo, tiene a la par varios proyectos energéticos por demás interesantes que buscan equilibrar la demanda de energía de una población de mas de 1,400 millones de personas; parques eólicos, granjas solares, minas de carbón, refinadoras de petróleo, plantas de hidrógeno y, el verdadero futuro de las energías, el reactor experimental de fusión nuclear  (HL-2M Tokamak) considerado un ‘sol artificial’, debido a la temperatura que puede superar los 150 millones de grados Celsius, según Xinhua. (http://spanish.xinhuanet.com/2020-12/04/c_139563817.htm) Esto tampoco es una propaganda a favor del gobierno chino, pues es considerado el segundo país con los niveles de contaminación mas alto en el mundo, pero su desarrollo energético extendido le ayudaría a mitigar esa mala publicidad.

Pero entonces ¿es o no es un buen negocio?, para un empresario no será fácil entenderlo debido a su visión cuadrada del costo – beneficio, pero para un jefe de estado con mirada geoestratégica, la salvedad de tener una energía barata y accesible como medio para paliar las exigencias energéticas de sus industrias nacionales y bienestar de su población, es una comanda.

Es que si hablamos de energía, la discusión siempre es más amplía y compleja, por ejemplo, la industria del Litio; por la cual Bolivia pereció un golpe de estado, y México tiene comprometida sus tierras a manos de grupos narcotraficantes -que de manera muy conveniente ocupan justamente esa zona estratégica-, éste también tiene un proceso de refinación altamente contaminante, debido a los químicos para lograr su pureza y por ende su performance energético. A pesar de esto, la totalmente vanguardista Tesla Inc. de Elon Musk y algunas compañías Chinas tipo Xinjiang TBEA-Group Baocheng, buscan hacerse con los contratos de los depósitos de litio para explotarlos con ganancias estratosféricas en los próximos años.

Ante todo, es importante no caer en los discursos mediáticos disfrazados de ambientalistas, porque los medios son actores políticos que sirven a intereses particulares y sí, han sido intoxicados por una nueva elite de “filántropos verdes” quienes olvidan los verdaderos problemas de un continente americano que necesita resolver las necesidades energéticas básicas, antes de pensar en tener autos eléctricos.

Un cambio en la matriz energética seguramente será el pan de cada día en la próxima década, sin embargo no debemos olvidar que para países en desarrollo como los latinoamericanos y árabes, el hostigamiento por hacerse con sus depósitos de petróleo también seguirá creciendo; solo hay que observar lo que pasa desde hace años con las presiones a Venezuela, la muralla de sanciones a Irán y la asesina reforma energética en México.