Posturas y entramados de Latinoamérica con relación al conflicto israelí-palestino

Kenny de Ita

Las diversas naciones de Latinoamérica están profundamente familiarizadas con intervenciones militares desproporcionadas por parte de agentes extranjeros y la indiferencia del mundo occidental o el beneplácito de este. Por otra parte, el ciudadano de a pie de los Estados que conforman nuestra región conoce, de primera mano, el uso desproporcionado de la fuerza de un gobierno represor.
En Latinoamérica la violencia integra parte del imaginario colectivo y no por ello desensibilizaal espectador. Por el contrario; eleva la empatía general, pues sabemos que inminentemente estamos sujetos a cualquiera de los tipos de violencia que existen. Sin embargo y aun con lo anteriormente expuesto, nuestra región es relativamente pacifica en comparación con el resto del mundo. Por tal motivo, desde el Rio Bravo hasta la Tierra del Fuego, América ha representado, de manera histórica, un hogar seguro para la pluralidad de inmigrantes emanado de todos los rincones del mundo. La comunidad judía, así como la palestina y libanesa, se integró en nuestro continente con mayor fuerza después de las grandes guerras en Europa. Han sido una comunidad solidaria y bien emparentada dentro de sus límites culturales. Con el paso del tiempo ha pasado a ocupar un lugar significativo en la vida pública y política de nuestras naciones. Es por ello que, inevitablemente, les concierne a nuestros gobiernos tomar posturas claras en relación con los conflictos en medio oriente.
Después de la escalada de violencia, retomada el 7 de octubre del 2023, el mundo se ha posicionado en bandos al principio difusos, alineándose con el paso de las semanas, de un lado o de otro e intentando apegarse al derecho internacional, los acuerdos multilaterales y las resoluciones de la ONU. No obstante, la política ha dictado la expresión de intereses morales de conformidad con los principios de los procesos históricos por los que se rige cada nación.
Por una parte, tenemos a las naciones que con vehemencia condenan la flagrante violación a los derechos humanos por parte de Israel en contra de la población civil palestina, al punto de romper relaciones diplomáticas esta nación.
Con plena entereza, el ejercicio grafico a continuación expuesto no busca caricaturizar la complejidad de las relaciones bilaterales entre dos naciones, ni del derecho internacional. Son, en todo caso aproximaciones ilustrativas de la tendencia a la que se suma la determinación política de cada Estado, según el gobierno en turno.