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7 claves para entender el triunfo de Pedro Castillo en Perú, en el cambio de época latinoamericana

Por Enrique Mayoral

Tras mas de 1 mes lleno de impugnaciones, las instituciones electorales han declarado al fin como ganador al maestro rural “Pedro Castillo” del partido “Perú Libre”, una victoria que no solo llena de esperanza a la izquierda en Latinoamérica, sino que también promete poner fin a una serie de gobiernos débiles que no han podido sacar adelante sus proyectos de nación.

La victoria de Castillo, proveniente de un partido de tintes “marxistas” parece casi imposible de creer en un país como Perú, en el cual aún se resienten las heridas que trajo la organización con carácter Maoísta y clasificada de “terrorista” nada mas y nada menos que “Sendero Luminoso”, cuya guerrilla provocó varias decenas de millares de muertos a manos propias y del ejército y ha provocado una fuerte “izquierdafobia”.

Por eso es importante desmenuzar los puntos/hechos clave y así entender el “ porqué” hay quienes catalogan esta victoria como algo que ocurriría cada 1000 años.

1. Crisis política en Perú

Tal como se mencionó antes, en Perú no han existido figuras políticas fuertes, pero aún encima de eso ha habido numerosos casos de corrupción que han ensuciado a las figuras presidenciales, las cuales al no tener una representación fuerte en el congreso han terminado siendo destituidas, tal como se verá; Pedro Pablo Kuczynski quién ganó las elecciones en 2016 tuvo que renunciar tras varios escándalos en los que se vio involucrado -esto a pesar de haber sobrevivido a 2 pedidos de vacancia por parte del congreso-. Con su sucesor “Martín Vizcarra” las cosas no mejoraron, el expresidente disolvió el congreso agudizando la crisis política (curiosamente es en este momento cuando alcanza su máxima popularidad), siendo 1 año después y durante el pico de la pandemia en el país andino, tras supuestos nuevos escándalos  de corrupción fue destituido al no tener un fuerte apoyo de los congresistas quienes lo declararon con “incapacidad moral”. El congreso nombró como presidente a “Manuel Merino” lo que provocó un fuerte descontento popular, ya que Vizcarra contaba con altos números en cuanto a popularidad y a su vez la población consideró poco pragmático destituir a un presidente en medio de la mayor crisis sanitaria de la historia.

Finalmente Merino renuncia tras apenas 5 días en el cargo debido a fuertes protestas en el país que cobraron la vida de 2 jóvenes, siendo sucedido por “Francisco Sagasti” quien debió hacer frente a una pandemia en su punto más alto y llevar a cabo una difícil y accidentada jornada electoral que elegiría al quinto presidente peruano en un lapso de solo 5 años.

Esta serie de eventos pudieron haber llevado al electorado a buscar una figura presidencial fuerte e incluso radical.

2. Vacunagate

En febrero del 2021 se dio a conocer que funcionarios y exfuncionarios importantes -entre ellos el expresidente Martín Vizcarra- habían usado sus influencias para ser inoculados con las dosis de prueba de la vacuna “Sinopharm” en secreto. Este hecho fue nombrado como “Vacunagate” y cobró la renuncia de varios funcionarios, debilitando aún más la imagen del estado en todos sus niveles.

3. Nulo desgaste previo a la primera vuelta, exceso de candidatos y ataque entre punteros

 No es ninguna mentira cuando se afirma que hace 1 año, Pedro Castillo no existía en la vida política del país, de hecho como se muestra en la siguiente encuesta realizada por “Celag” en Noviembre del 2020, Castillo ni siquiera aparecía entre las preferencias.

A medida que se acercaba el comienzo de las campañas, la lista de candidatos siguió aumentando hasta llegar finalmente a 18. Sin embargo, ninguno de estos lograba superar siquiera el 12% de las preferencia lo cual convirtió esta elección en una bastante cerrada y volátil pues había demasiados empates técnicos, destaca el hecho que a medida que se acercaba el día de la elección fueron la progresista Veronika Mendoza, el conservador Rafael López Aliaga, el populista Yonhy Lezcano, el ex-portero de futbol George Forsyth y la hasta entonces 2 veces perdedora en segunda vuelta “Keiko Fujimori” quienes entre la lista de 18 candidatos comenzabas a despegarse y dentro de los márgenes de error tenían posibilidades virtuales de avanzar a segunda vuelta. Esto provocó que fueran el blanco de todo tipo de ataques políticos y que llevó a los primeros 4 mencionados a desinflarse, esto fue bien aprovechado por el equipo de Pedro Castillo que pasó a triplicar sus preferencias en las ultimas semanas de campaña, tal como se explicará en el siguiente punto.

4. Apoyo rural

Si hay un país con un fuerte centralismo, es precisamente Perú, al año casi el 75% del PIB es destinado a la zona centro, además, en un gran porcentaje del presupuesto que va hacia gobiernos regionales se esfuma (corrupción) lo cual ha provocado una gran desigualdad entre las mismas ciudades, al hacer la comparación con las regiones rurales ya la diferencia es bastante notable.

Si bien el apoyo de las fuerzas de izquierda en las grandes urbes estaba con Veronika Mendoza, Castillo -quien estaba borrado en las urbes principales- aprovechó el voto sumamente dividido y se dedicó a cosechar simpatía en las comunidades rurales donde gozaba de una saludable popularidad. Entre sus principales propuestas ( las cuales le permitieron ganarse a estas comunidades) destacan dedicarle al menos 10% del PIB a salud, de la misma manera 10% a la educación pública, el mismo porcentaje a la agricultura, promover la “segunda ley agraria” del país, control de precios en insumos médicos y la creación de una nueva constitución que sustituya a la de 1993, redactada bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

Desde luego estas propuestas fueron un éxito pues en cuestión de semanas se vio al candidato de “Perú Libre” avanzar de sexta posición a un indiscutible primer lugar, a pesar de que algunas casas encuestadoras ocultaron este importante avance – lo cual podría considerarse como el primer acto de los grupos oligárquicos en su contra- pero que comenzaba a poner demasiado nerviosos a los grupos de derecha mas importantes; quienes ya no tuvieron tiempo suficiente para desgastar su candidatura.

Encuestadora ocultando el aumento en las preferencias de Castillo

5. Supo dirigirse a distintos públicos:

Desde un inicio, Castillo no tuvo ningún problema para dirigirse a la población que se siente identificada con la izquierda mas radical pues siendo proveniente del único partido que se presentó a elecciones bajo una bandera ”marxista” no existiría alguna variable que le restaría apoyos en ese sector, después, el liderazgo mostrado al dirigir una huelga de profesores que se extendió por 75 días (esto en 2017) alimentó su imagen de “luchador social” y lo hizo atractivo para muchos gremios sindicales. En un país tan abiertamente conservador como Perú sus declaraciones en contra del aborto y el matrimonio igualitario, así como sus propuestas para el campo le dio una imagen bastante favorable en las comunidades marginadas del país, apoyo que fue suficiente para ganar en primera vuelta, pero y ¿para la segunda vuelta?.

Bastante memorable fue su discurso tras ganar la primera vuelta.

“Quisiera saludar a los pueblos más olvidados de mi patria, saludar a los hombres y mujeres que están en el último rincón del país…”.

“Hoy al pueblo peruano se le acaba de quitar la venda de los ojos… Han tenido tiempo suficiente, décadas, pero, ¡cómo dejan al país! Llegas a Lima Metropolitana, a las grandes ciudades y encuentras los lugares con opulencia que no miran más allá de su nariz”.

“hay que desmentir, hay que investigar, y hay que condenar a estos medios de cobertura nacional que salen por las pantallas grandes y chicas a decir que somos terroristas”.

“Pido a estos periodistas, pido a los dueños de los canales televisivos que salgan de su madriguera a ver el verdadero terrorismo… terrorismo es el hambre, miseria, abandono, desigualdad e injusticia; es la corrupción a la cual vamos a combatir”.

Desde luego una serie de potentes discursos que sumados a sus propuestas “rojas” le aseguraban cuando menos los votos obtenidos en primera vuelta, pero ahora necesitaba superar el umbral de 50% de los votos efectivos así que no bastaba el apoyo de los sectores mas radicales, sino que era necesario sumar a los moderados y a quienes se encontraban en el centro político.

El primer golpe sobre la mesa lo daba a principios de mayo al reunirse con la progresista “Veronika Mendoza” una reunión clave para sumar a los sectores de izquierda más moderados y ciertos grupos activistas del centro que sentían “temor” por su discurso conservador.

Pedro Castillo y Veronika Mendoza

El segundo golpe se dio días antes de la segunda vuelta cuando las distancias entre él y su oponente “Keiko Fujimori” parecían ser inapreciables –estadísticamente hablando- Castillo que seguía atemorizando los mercados y no lograba convencer al electorado indeciso decide presentar a su equipo de trabajo, conformado por una gran cantidad de científicos y grandes intelectuales entre los que destacan: el economista “Pedro Francke” quien tiene una amplia experiencia en el sector público, “Avelino Guillén” quien fue elegido durante el 2008 como una de las “100 personas mas importantes durante el 2008” tras su papel como fiscal durante el juicio al expresidente Fujimori, “Juan Cadillo León” quien fue elegido en 2017 como uno de los 50 mejores profesores del mundo -según “The global teacher prize” que vendría siendo el equivalente a un nobel en educación- , el físico nuclear “Modesto Montoya” quien fue fundador del Centro de Preparación para la Ciencia y Tecnología (Ceprecyt) y el economista “Andrés Alencastre” especialista en planificación y desarrollo, consultor internacional asociado del Instituto de Promoción para la Gestión del Agua y sería el responsable de coordinar la segunda reforma agraria.

Este grupo de trabajo fue el segundo golpe que trajo bastante asombro al electorado peruano y le permitió un ultimo impulso para ganar aunque fuera de manera apretada la segunda vuelta, así como un fuerte respiro de alivio a los mercados.

Castillo anunciando a su equipo de trabajo

6. El “Antifujimorismo”

Mientras se contabilizaban los votos de la primera vuelta, Pedro Castillo como ganador indiscutido esperaba a su rival, que ante un múltiple empate técnico no podía ser declarado hasta terminar de contar los votos. En este periodo de “indecisión” se realizaron varios sondeos en los que se analizaba qué tan competitivo era Castillo ante sus posibles rivales, destacado es el hecho de que en todos los casos salvo uno perdería con un margen estrecho, ¿quién ere ese 1 con el que no sucedía eso? Pues justamente Keiko Fujimori, la hija y ex primera dama del dictador Alberto Fujimori  -quien se encuentra en prisión por corrupción, desaparición forzada y por haber ordenado esterilizar a cientos de mujeres de bajos recursos durante su mandato- quien a su vez atraviesa procesos judiciales por lavado de activos, organización criminal, obstrucción a la justicia y falsa declaración que podrían costarle hasta 30 años en prisión de ser encontrada culpable y que por si fuera poco declaró que una de las primeras cosas que haría al asumir la presidencia sería absolver a su papá.

Ante la cruz que cargaba Keiko por su apellido y las graves acusaciones que tiene en su contra no era de extrañar que aparecía como la candidata con mayores valoraciones negativas tanto en primera como en segunda vuelta lo cual llevó a formar un eje “antifujimorista” que involucró a un porcentaje bastante elevado del electorado, el cual se cree tenía un piso del 33% y un techo del 45%. Este fenómeno fue también clave para que Keiko perdiera las elecciones del 2011 y el 2016, de igual manera en segunda vuelta.

Bastante destacable es el hecho de que durante la campaña se realizaron varias marchas en contra de la candidata del “fujimorismo” entre las cuales se encontraban victimas de la dictadura de su padre.

7. Supo hacer frente a la demoledora guerra sucia en su contra (segunda vuelta)

Nunca los medios de comunicación habían actuado de manera tan cínica durante una campaña presidencial, desde periódicos, noticieros, redes sociales y hasta espectaculares en las urbes. Los medios de comunicación, fieles serviles de la oligarquía en América latina ( y el mundo) tuvieron un abierto posicionamiento en contra de Pedro Castillo a quien le dedicaron un excesivo espacio en sus fronteras para tratar exhibirlo, ridiculizarlo y hasta sacarlo fuera de contexto siendo el diario “el comercio” – el diario mas famoso de Perú-  quien encabezó este brutal ataque, donde quedó claro que la objetividad en los medios de comunicación no es más que un idealismo puro y que en realidad funcionan como empresas que se venden al mejor postor, o en este caso a quien mejor sirva a sus intereses.

Desde la ya previsible campaña negra por parte de los medios se sumó lo “infumable y hasta ridículamente sublime” pues fue el ya mentalmente decaído Mario Vargas Llosa -premio nobel y quien curiosamente perdió unas elecciones contra Alberto Fujimori en los 90’s- quien dio el pitazo de salida para que una serie de celebridades anunciara una postura totalmente “anti izquierda y anti terrorista”, al escritor pronto se le sumó “Leopoldo López” un famoso opositor venido a menos en Venezuela, quien dio un sin fin de discursos advirtiendo de los “horrores del chavismo”, sin saber que esa típica maniobra de relacionar a candidatos con el fallecido Chavez ya no pega en américa latina como lo hizo hace mas de 10 años, finalmente esta campaña cerró con algunos jugadores de la selección peruana llamando a votar por Fujimori; donde destaca Advíncula quien fuera jugador de Lobos BUAP en aquella horrorosa campaña que llevó al equipo universitario a descender y que se hizo más famoso por sus interminables fiestas que por su buen nivel deportivo.

Castillo por su parte se dedicó a minimizar los embates de los medios a quienes acusó de tener miedo y de servir a aquellos que se habían dedicado a “empobrecer al pueblo peruano”, uno de sus principales ejes de campaña fue llamar a la “dignidad nacional” pues a su manera de ver era lamentable que una persona señalada por numerosos cargos de corrupción fuera candidata a la presidencia, consideraba que Keiko buscaba el fuero presidencial para evitar ir a la cárcel. Este tipo de perspicaces declaraciones le fueron sumando adeptos que justificaban su voto a favor de él en un tema de “dignidad nacional”. Bajo el lema de ”Esperanza y dignidad….. Keiko nunca más” se fabricaron cientos de lonas para distintas movilizaciones y llegó a ser un marco que apareció en varios perfiles de Facebook.

De forma bastante minimalista, pero efectiva fue que Pedro Castillo soportó los embates que en su brutal y feroz ataque pasaron a ser catalogados como “defensores del antipopular fujimorismo” por el electorado que vio en Pedro una especie de victima que podía hacer temblar a la clase política dominante, esa misma que sufrió un brutal desgaste político y en estas elecciones finalmente fue sustituida, producto del hartazgo que provocaron y que llevó a un candidato proveniente de un partido Marxista a la silla presidencial del país del continente que está más inclinado a la derecha.

Notas finales

El próximo presidente de Perú parte con una figura fuerte, producto del gran apoyo de las zonas marginadas donde llegó a ganar casillas con el 100% de los votos a su favor y que amenazaron con convulsionar al país si las instituciones jugaban con sus votos, pero más allá parece que gracias a diversas alianzas políticas ha alcanzado un número de congresistas que es mágico, el 60, que le permitirá salir triunfante de cualquier intento de vacancia que seguramente vendrá al primer escandalo político que surja durante su gobierno.

El grupo de Lima ha perdido a Lima, irónico. Pedro “Castle” (apodado así en redes sociales) hoy en día luce más fuerte que sus antecesores y cuenta con una base popular notable que lo convierte en una figuras presidenciales más populares de la región.

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