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Afganistán: El cementerio de los imperios

Por Felipe Sandoval

Por las imágenes de los helicópteros evacuando al personal en la embajada estadounidense que aparecieron ayer en los medios masivos de comunicación, es obvio que nos hace encontrar ciertas similitudes de “la caída de Saigón” en la primavera de 1975, sin embargo, hay que recordar que en febrero de 1989, las últimas tropas soviéticas abandonaron ese mismo país y un par de años después los muyahidines lograron derrocar al gobierno de la “República Democrática de Afganistán” de carácter socialista.

Desde mediados de la década pasada, el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, comenzaron una retirada paulatina de sus tropas ocupantes, sin embargo, no llegó a concretarse de manera total ya que se mantuvieron preparando a las fuerzas de seguridad de Afganistán, en 2020, el presidente de E.U. que era Donald Trump llegó a un acuerdo con los talibanes y la administración de Joe Biden ratificó aquellos tratados.

Al pasar de los meses, mientras las tropas internacionales salían del país, los talibanes ganaban más y más terreno ya que el ejército nacional afgano como la policía eran totalmente incapaces de frenarlos, fue así al iniciar este último fin de semana, los talibanes ya tenían rodeada a la ciudad capital, Kabul, y el domingo, el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país, dejando el camino libre para los extremistas islámicos.

¿Qué implica la caída del gobierno pro-occidental de Afganistán?

La política exterior tanto de Estados Unidos como del resto de miembros de la OTAN que participaron en las operaciones desde 2001 hasta la fecha, quedó como un evidente fracaso y una derrota moral, no solo por el inútil gasto de “ más de 2 billones de dólares”, sino que además, le costó la vida a más de 3 mil soldados de la OTAN, donde la mayoría eran norteamericanos, las potencias occidentales como Gran Bretaña, Francia, Alemania y obviamente Estados Unidos, enviaron a sus soldados a entrenar a una fuerza de seguridad local totalmente incapaz, desmoralizada y harta de una guerra civil que llevaba más de 40 años en curso. Nadie esperaba que el gobierno reconocido internacionalmente cayera tan rápido, y es que, al menos, las tropas norteamericanas aún no terminaban de retirarse cuando Ashraf Ghani, ya había accedido a una transición pacífica del poder a los talibanes.

No cabe duda, es un hecho histórico que quedará marcado para la historia que se volvió a repetir que cualquier potencia extranjera solo van a Afganistán a dominar en zonas urbanas, pero que en zonas rurales, solo pueden controlarlas unas horas y al desocuparlas, vuelven a llegar los insurgentes, tanto los soviéticos, como los occidentales les impusieron gobiernos títeres a los afganos, pero que al retirarse las fuerzas ocupantes aquellos gobiernos tardaron poco en caer.

¿Qué prepara Estados Unidos en Asia o en Europa?

La retirada de las tropas norteamericanas tiene un trasfondo estratégico, al resurgir la Nueva Guerra Fría que tiene tanto con Rusia como con la República Popular China e Irán, se sabe que los norteamericanos cuentan con bases en Irak y otros países como Arabia Saudí, en la opinión de quien redacta este artículo, se trata de la movilización de sus tropas para reforzar sus posiciones en las bases que tiene en medio oriente para tratar de “rodear” y “presionar” a Irán y Siria, también puede moverlas a Japón o a la península de Corea donde se realizan ejercicios militares actualmente y así aumentar aún más las tensiones con el gobierno de Pekín, o trasladarlas a Europa oriental en los países del extinto Pacto de Varsovia como Polonia para “contener” a Rusia.

China y Rusia ya movieron sus piezas del ajedrez geoestratégico, y realizaron cinco días de ejercicios militares conjuntos, al mismo tiempo hace unas semanas Rusia e Irán los hicieron en el mar, y el gigante Euroasiático sigue manteniendo una importante presencia militar en Siria, y conforme a la situación que sucede en Afganistán, volvió a realizar ejercicios con las tropas de Tayikistán y Uzbekistán, ex repúblicas soviéticas.

Al retirarse las fuerzas ocupantes extranjeras de Afganistán y ante lo visto en las terribles escenas del aeropuerto de Kabul donde los ciudadanos fueron dejados a su suerte, los únicos derrotados realmente son los afganos, porque: ¿Cómo será el futuro para las mujeres y niñas? ¿Qué tanto atraso tendrá la educación y otros servicios en aquel país? Este no es Vietnam, es aún peor, es Afganistán, un país sin un gobierno realmente interesado en el desarrollo científico y humano desde hace 29 años, porque, el gobierno pro-occidental que estuvo ahí desde 2004, sí mejoró todo, pero que comparado con el Afganistán socialista que inició los años 80’, no tiene comparación alguna.

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